martes, 2 de octubre de 2018

Rosario del Carmen


Misterios Gozosos

1-La encarnación del Hijo de Dios Lc. 1,26-38

María recibe el mensaje del Ángel Gabriel y acepta gozosa ser la Madre del Salvador.

Virgen del Carmen, concédenos el don de fe, para que estemos siempre dispuestos a cumplir la voluntad de Dios, al aceptar sin condiciones su palabra. 

Fruto: la humildad y fidelidad a la gracia

2-La visitación de María Lc. 1,39-56
María sale de prisa, para ayudar a su prima Isabel, llevando al Niño Jesús.

Virgen del Carmen, queremos imitarte siempre este gesto de bondad con todas las personas necesitadas,que nuestros actos nos hagan solidarios y produzcan frutos de amor. 

Fruto: amor al prójimo.


3-El nacimiento de Jesús en Belén. Lc. 2,1-20

Virgen del Carmen, enséñanos de tu Hijo a no poner nuestra confianza en las riquezas, para que no adoremos los ídolos del dinero, del poder ni del prestigio, sino poner toda nuestra confianza en Dios 

Fruto: desprendimiento.

4-La presentación de Jesús Lc. 2, 22-40

María y José van al templo a ofrecer al Niño Jesús.

Virgen de Carmen, tú que escuchaste las palabras del profeta Simeón, concédenos tu fortaleza para que nosotros ofrezcamos nuestros sufrimientos y colaboremos en la salvación del Mundo. 

Fruto: La obediencia

5-El Niño Jesús perdido y encontrado en el Templo Lc. 2,42-52

María y José encuentran al Niño Jesús en el templo.

Virgen del Carmen, concédenos imitar tu fe y que aceptemos en nuestras vidas los designios de Dios y con humildad siempre busquemos estar cerca de Jesús. 

Fruto: búsqueda de Jesús.

Misterios Dolorosos
1-La oración y la agonía de Jesús en el huerto Mt. 26,36-46

Jesús en el monte de los olivos ora y suda sangre.
Virgen del Carmen: al meditar la escena en el huerto de los olivos te pedimos la gracia de aceptar la voluntad del Padre como tú lo hiciste. 

Fruto: Contrición.

2- La flagelación de Jesús Lc. 18, 31-43

A Jesús lo ataron a en una columna y le dieron innumerables azotes.

Virgen del Carmen: tu Hijo encarna en ese momento su vocación de servicio, es decir morir a sí mismo, esa misma donación nos lleve a imitarlo, para que así ganemos la vida eterna. 

Fruto: mortificación de los sentidos.

3-La coronación de espinas Jn. 19,2-11

Los soldados trenzaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza.

Virgen del Carmen: la humillación de tu Hijo es la sabía pedagogía de Dios, teniendo en cuenta que por este camino de contrariedad , nos lleva a enfrentar el dolor y ofrecérselo a El.

Fruto: Mortificación del espíritu o humildad.

 4-Jesús con la cruz camino del Calvario Lc. 23, 26-32

Jesús lleva el peso del pecado de toda la humanidad.

Virgen del Carmen: junto a la cruz de tu Hijo depositamos a los pies de El todos nuestros problemas,nuestros sufrimientos y te pedimos que aprendamos a llevar la cruz de cada día.

Fruto: paciencia y resignación.

5-La Crucifixión y muerte de Jesús Lc. 23, 33-38

Nos recuerda el gran amor de Dios, que se entregó por nuestros pecados y nuestra salvación.

Virgen del Carmen: tú que ofreciste tus dolores en la cruz, concédenos fortaleza para que podamos llegar al final de nuestras vidas, sabiendo que nuestra misión está cumplida. 

Fruto: Perseverancia y deseo de salvación de las almas.

Misterios Gloriosos 
1-La Resurrección  
Mt. 28,1-7

Jesús resucitado es la vida, está con nosotros todos los días.

Virgen del Carmen: tú que fuiste colmada de alegría en la Resurrección de tu Hijo, concédenos que nuestras vidas sean testimonio de fe, esperanza y amor. 

Fruto: fe y conversión o verdadera alegría.
2-La Ascensión Mt. 16,14-20
Jesús sube al cielo en cuerpo y alma.
Virgen del Carmen: que fuiste figurada en una nube por el profeta Elías, que con su lluvia fecundaste copiosamente la tierra, te pedimos que nos alcances de tu Hijo copiosas lluvias de bendiciones en auxilio para nuestras almas. 

Fruto: esperanza y ansia del cielo.


3-La venida del Espíritu Santo He. 2,1-4

Los Apóstoles en oración con María reciben el Espíritu Santo.

Virgen del Carmen: danos la gracia de perseverar en la oración y así nos dispongamos a recibir los dones del Espíritu Santo y que El renueve nuestras vidas con frutos de virtudes y buenas obras. 

Fruto: Caridad y celo apostólico.

4-La Asunción de la Virgen Apoc. 12,1

Llevada por los ángeles, María sube al cielo en cuerpo y alma.

Virgen del Carmen: te pedimos que siempre estés cerca de nosotros para protegemos y asistimos en el momento de nuestra muerte.

Fruto: devoción a María

5-La coronación de la Santísima Virgen Apoc. 12,1

María es coronada como reina de todo lo creado.

Virgen del Carmen: tu que fuiste ensalzada como reina del universo, a semejanza de tu Hijo concédenos a nosotros, tus hijos peregrinos de este mundo, tu protección maternal y que un día todos gocemos contigo la alegría del reino. 

Fruto: confianza en María.

Misterios Luminosos
1-El Bautismo de Jesús en el Jordán Mt. 3,13-17

Jesús recibe el Bautismo de parte de San Juan.

Virgen del Carmen: tú que fuiste preservada de toda mancha de pecado, concédenos mantener siempre nuestra alma libre de pecado. 

Fruto: Purificación o espíritu de conversión

2-La auto revelación de Jesús en las bodas de Cana Jn. 2,1-11

Jesús y María son invitados a una boda.

Virgen del Carmen: tú que intercediste ante tu hijo en las bodas de Cana, intercede por nosotros para ser obedientes al mandato de Jesús. 

Fruto: acudir a la intercesión de María.

3-El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión Mc. 1,14-15 2,3-13

Jesús anuncia el reino de Dios a todos los hombres.

Virgen del Carmen: tú que escuchaste las palabras de tú Hijo mejor que nadie, enséñanos a tener ese espíritu Evangelizador y a ser testigos de su reino. 

Fruto: testimonio y misión o crecer en espíritu misionero


4- La transfiguración de Jesús en el Monte Tabor Lc.  9,28-36

Jesús se revela mostrando su gloria.

Virgen del Carmen: tú que eres modelo de contemplación, ayúdanos a que fijemos los ojos en el rostro de Jesús y que El mismo nos descubra su fulgor divino, reflejo del Padre. 

Fruto: la contemplación o espíritu de oración.
5-La institución de la Eucaristía Lc. 22,19-20.

La Eucaristía es el Sacramento de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

Virgen del Carmen: tú que eres la compañera privilegiada en el camino de la Fe, danos la gracia de buscar con frecuencia la compañía de Jesús en la Eucaristía. 
Fruto: amor a la Eucaristía.

lunes, 24 de septiembre de 2018

Santo Rosario



Señal de la Cruz

V: Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.

V: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

V: Abre, Señor mis labios.

R: Y mi boca cantará tus alabanzas.

V: Ven, oh Dios, en mi ayuda.

R: Apresúrate, Señor, en socorrerme.

V: Gloria al Padre...


Ofrecimiento

Divino Jesús, te ofrecemos el Rosario que vamos a rezar para contemplar los misterios de nuestra Redención. Concédenos que, por la intercesión de María, vuestra Madre Santísima, a quien nos dirigimos, obtengamos las gracias necesarias para rezarlo bien y ganar las indulgencias de esta santa devoción. Así sea.

Credo

Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos; subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica; la comunión de los Santos; el perdón de los pecados; la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén.

V: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R: Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

V: Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

R: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.


V: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

R: Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


María, Madre de Gracia, Madre de misericordia, defiéndenos del enemigo y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.


Oh Jesús mío
(después de cada misterio)

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo y socorre especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.

Agradecimiento

Infinitas gracias te damos, soberana princesa, por los beneficios que todos los días recibimos de tus liberales manos. Dígnate, ahora y siempre, tomarnos bajo tu poderoso amparo. Y para más obligarte a ello, te saludamos diciendo:

Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.


martes, 18 de septiembre de 2018

Oh, Gran María, Virgen inmaculada


La oración milagrosa a la Virgen María en realización de una petición sumamente complicada para nosotros, que somos sólo fieles seguidores y siervos de Dios, que en nuestra voluntad y poder no está la capacidad de realizar la posible petición, por eso pedimos la colaboración de la Señora y Reina y de los ángeles, la madre y Virgen Santísima María, para que ella, con su inmenso amor y bondad pueda atender nuestra necesidad que, con constancia, hemos pedido a mucha fe y honra a su nombre, por eso es glorificada eternamente por mi persona.

A CONTINUACIÓN, TE ENSEÑARÉ LA ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA PARA PEDIR POR IMPOSIBLES.
¡Oh, Gran María, Virgen inmaculada, justicia de los sinceros, Hija bondadosa y humilde del Padre todopoderoso, Madre gloriosa del Hijo,  Esposa adorada del Espíritu santo!
Te venero y pongo a tu merced todo de mí para que sea bendecido/a por ti; María, mujer amable e indulgente, voy ante ti y exigo tu presencia en estos momentos de angustia para suplicar por tus favores. Madre gloriosa,
Madre bendita e inigualable, gran pañuelo de lágrimas de aquellos que lloran, justicia divina de los que pecan,
asistencia del sempiterno Dios consecutivamente, apiádate de todos los que con sinceridad te amamos
y te lo pido, por tu Inmaculado Corazón, hogar de descanso de la Santísima Trinidad,
 castillo de  sabiduría de tu Hijo y mar de  bondad del Espíritu Santo.
Acércate y concédeme lo que tanto necesito, lo que con la máxima fe posible te suplico, por los merecimientos de nuestro Señor Jesús y de los tuyos, si es la voluntad de la Santísima Trinidad y traerá bien a mi ser. 
Hoy me presento ante ti porque sé que eres la Majestuosa Intervención Divina, para implorarte por esta complicada petición, por esta inalcanzable circunstancia que tanta angustia me provoca y que me parece imposible de realizar por mí voluntad propia: 
(hacer la petición con confianza y fe) 
sé, que a mi alcance no está el conseguirlo por mis medios, pero sé que en tu mano está el poder y la luz con la que puedes iluminarme y concedérmela,
y de esta manera yo logre solucionar las dificultades, angustias y malos ratos que provocan esta difícil situación. ¡Virgen Santísima,
Reina y Señora de los ángeles celestiales, Esposa del espíritu santo,
ten siempre presente de que eres mi Madre!,
tú, que nos brindas a tu Hijo, que nos otorgas la oportunidad de hablar con Dios, te suplico que documentes mis peticiones para que sean atendidas con urgencia y eficacia.
Amada María, dulce madre mía, libérame de mis adversarios que corroen mi alma y la maldad que está en mi acecho, eternamente estaré agradecido y a ti serán mis sentimientos de devoción y fidelidad.
Maria, bendita Señora, ruega por todos los que a ti pedimos a tu Santísimo hijo, nuestro mentor, Señor y Salvador.

Amén.
Rezar Padrenuestro, Avemaría, Salve y Gloria.
Repetir los rezos tres veces en tres días, mañana tarde y noche.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Oración al Sagrado Corazón de María



ACUERDATE, ¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! del inefable poder que tu Hijo divino te ha dado sobre su Corazón adorable. Lleno de confianza en tus merecimientos, vengo a implorar tu protección. ¡Oh Tesorera celestial del Corazón de Jesús! de ese Corazón que es el manantial inagotable de todas las gracias y que puedes abrir a tu gusto, para derramar sobre los hombres, todos los tesoros de amor y de misericordia, de luz y de salvación que encierra; y concédeme, te lo suplico, el favor que ahora te pido.... (aquí se hace la petición).


¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús! acoge favorablemente nuestros ruegos y dígnate atenderlos. Amén.


Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús. Ruega por nosotros.
(Se repite 3 veces con mucho fervor).

miércoles, 5 de septiembre de 2018

REZO DEL SANTO ROSARIO

                                

Rezamos poniendo todo nuestro ser en cada palabra que pronunciamos… si oramos así, cada oración, aunque igual a las demás, será totalmente nueva… cargada de sentido… de sentimiento… de amor…

Empezamos nuestro Rosario haciendo la Señal de la Cruz

+ Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor, Dios nuestro. + En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Luego hacemos una Invocación al Espíritu Santo pidiéndole que ilumine nuestra mente, apaciente nuestra alma y abra nuestro corazón…

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu y todo será creado, y renovarás la faz de la tierra. Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, haz que guiados por esta misma Luz conozcamos siempre las dulzuras del bien y gocemos siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
Confesamos nuestra fe proclamando el Credo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Nos reconocemos pecadores y rogamos la misericordia de Dios con el Kyrie Eleison

Señor, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Señor, ten piedad
Presentamos nuestras Intenciones
Pedimos por nuestras necesidades físicas y espirituales…
por nuestras familias y por nuestros amigos…
Pedimos por las situaciones que vemos a nuestro alrededor, 
en nuestra comunidad, 
en nuestro país,
en nuestro mundo… 
Pedimos por los niños no nacidos…
por la juventud…
por los pecados contra la institución de la familia…
Pedimos por nuestros gobernantes 
nuestros líderes políticos
religiosos… 
Pedimos por la conversión de los pecadores…
Por las almas del purgatorio…
Pedimos por nuestros sacerdotes…
por el Santo Padre…
por nuestra Iglesia…
y por el surgimiento de nuevas vocaciones religiosas…
Pedimos por salud en la enfermedad… 
por fortaleza en las pruebas… 
por perseverancia en la oración…
 En fin, presentamos todas nuestras intenciones personales y las de todas esas personas que siempre nos piden oración…
Respondemos,
 ¡te lo pedimos, Señor, y te damos gracias!
con la seguridad de que la petición ya está en las manos de Dios…

También ofrecemos nuestra oración en reparación por todas las ofensas que a diario reciben los Corazones de Jesús y María…
 por los ultrajes,
los desprecios y las humillaciones contra   el Santísimo Sacramento…
 por la falta de fe en Su Presencia real en la Eucaristía

Pero el rezo del Rosario no es solo para presentar nuestras peticiones… no debemos detenernos ahí, sino que también ofrecemos nuestro Rosario en acción de gracias por todas las oraciones escuchadas y todas las gracias y bendiciones que recibimos cada día…

Durante cada Misterio, y mientras se va  contemplando el Misterio, se reza un Padrenuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
  Diez Avemarías

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Seguido por un Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Al finalizar la decena hacemos una Jaculatoria a María…

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora.
Y la oración que la Virgen pidió en Fátima

¡Oh, Jesús mío! Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, conduce al cielo a todas las almas, especialmente aquellas que están más necesitadas de tu Misericordia.
Terminamos la decena con unos cortos Ruegos

Sagrado Corazón de Jesús… en Vos confío.
María, Reina de la Paz… ruega por nosotros.
San José… ruega por nosotros.
San Miguel Arcángel… defiéndenos en la batalla.
En este momento, y como preparación para la próxima decena, puede entonarse alguna canción o letrilla como…

Ave… Ave… Ave María… Ave… Ave… Ave María…

Después de rezar los cinco Misterios ofrecemos un Padrenuestro y tres Avemarías por las intenciones del Santo Padre

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
 
Dios te salve, María, hija de Dios Padre; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
 
Dios te salve, María, madre de Dios Hijo; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
 
Dios te salve, María, esposa purísima de Dios Espíritu Santo; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
 
Dios te salve, María, templo y sagrario de la Santísima Trinidad; Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Terminamos nuestro Rosario ofreciéndole una Salve a nuestra Madre, la Santísima Virgen María…

Dios te salve, Reina y Madre, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra: ¡Dios te salve! A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. ¡Ea, pues!, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
y consagrándonos a ella…

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, en tan graciosa belleza. A Ti, celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco desde este día: alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Échame tu bendición todas las horas del día, y también las de la noche, Virgen sagrada María, y si en algo te he ofendido, perdóname, Madre mía. Que hoy yo recibo tu bendición + en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Terminamos con una Oración a San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio. ¡Reprímale Dios!, pedimos suplicantes. Y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

Por último, la Señal de la Cruz

+ En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


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martes, 4 de septiembre de 2018

SALVE VIRGEN DEL OLVIDO

SALVE VIRGEN DEL OLVIDO¡

SALVE, VIRGEN DEL OLVIDO, TRIUNFO Y MISERICORDIAS!
 ¡SALVE, REINA! ¡SALVE, MADRE! 
Madre del que sufre, 
Madre del que llora, 
Madre del que acude Y a tus pies implora. 
Virgen prodigiosa, no nos abandones, llena de esperanza Nuestros corazones.
 Llévanos un día contigo a la Gloria, con Sor Patrocinio a cantar tu victoria.Amen
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33 MÁXIMAS DE LA SIERVA DE DIOS SOR PATROCINIO

1. La gloria de Dios es lo que debemos desear en todo y por todo.
2. Con Dios todo se puede y todo se vence.
3. Todo es poco para Dios.
4. A Dios le debemos amar, por Dios sólo y no por lo que nos consuela.
5. La verdadera virtud consiste en la práctica de las virtudes sólidas y en una perfecta conformidad de nuestra voluntad con la que Dios, no queriendo más que sólo y precisamente aquello que Dios quiere.
6. La vida interior, que tan poco conocida es en la época presente, es la que más agrada a Dios.
7. Todo se hará llevadero, esperando que Dios proveerá en todo.
8. Las cosas exteriores poco son y de poco valen, si no van acompañadas de la vida verdaderamente interior.
9. Donde se busca a la Madre, se encuentra al Hijo, al Esposo, al Médico, al Consuelo, y al que es nuestra paz y verdadera alegría.
10. Hágase en todo la santísima, justísima y amabilísima voluntad de Dios, y en lo que permita sea su nombre bendito y glorificado.
11. Dios es todo providencia y misericordia; no hay más que confiar en Él.
12. Las dulzuras en la oración  son la mejor prueba de que el alma camina bien.
13. El camino segurísimo, no sujeto a engaños, es el de padecer, imitando al dulcísimo Jesús en su Pasión, que, siendo Dios, suspendió todo lo que como Dios podía consolarle.
14. Las cosas, por muy buenas y santas que sean, si las falta la sal de la prudencia, se echan a perder. 

 15. Todo, todo el corazón en Dios.
16. La gloria de la Esposa de Jesús debe estar en todo interior.
17. La paz es una de las señales. de que la oración es fructuosa para el alma, y en la que Satanás no tiene parte, porque él lejos de darla, la quita.
18. El demonio es perro atado y la licencia que le da el divino Esposos, es para probar nuestra fidelidad.
19. El mundo miente mucho, es muy injusto, y por eso Dios le humilla tanto.
20. Toda obra de Dios tiene persecuciones, tribulaciones y penas. Es te es el gran sello con que su divina misericordia nos dice: Esta obra es mía.
21. Los hombres son de corazón duro y no atraen con eso más que la justicia de Dios, que pesa sobre ellos de un modo terrible.
22. Dios ve nuestros corazones, sabe lo que somos, lo que pensamos, lo que no podernos, nuestras tentaciones, los auxilios que nos comunica, la fuerzas que nos da, lo que nos protege en la tribulación, y según todo esto nos juzgará sin que pueda servir la disculpa.
23. Muy alegritas en Dios esperando que sus misericordias sobrepujarán en nosotras a todas sus obras, y nuestra Madre Inmaculada ostentará su poder con sus hijas.
24. Cuanto más aprieten los trabajos, más hay que amar al que bondadoso nos los manda.
25. Los grandes cargos de nada sirven, sino de mayor responsabilidad.
26. A trueque de que no se cierre un Templo del Dios vivo, pasaría yo todos los trabajos del mundo.
27. La justicia de Dios debe estar sumamente irritada, los pecados se aumentan cada día, y nuestro Dios se va desobligando por nuestra misma conducta.
28. Muy corto es el número de las almas que tratan de veras de desagraviar al Señor y de adorarle en espíritu y verdad.
29. No hay más que unirse cada día más al sacratísimo y pacientísimo Corazón de Jesús.
30. El que confía en Dios, por muy desgraciado que lo crea el mundo, siempre es feliz. 

31. ¡Dichosos trabajos! ¡Dichosos desconsuelos! si llevados con santa resignación y amor de Dios, nos acercamos más a aquél divino Esposo que no hizo más que padecer y sufrir.
32. Ánimo, hijas mías, subamos al Calvario y desde allí, protegidas de la sombra de nuestro fidelísimo y Divino Esposo y su Virgen Madre, desafiemos al mundo, al infierno y todos sus secuaces.
33. Hagámonos dignos de que Jesús se digne encerrarnos en su Santísimo Corazón.
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