martes, 18 de septiembre de 2018

Oh, Gran María, Virgen inmaculada


La oración milagrosa a la Virgen María en realización de una petición sumamente complicada para nosotros, que somos sólo fieles seguidores y siervos de Dios, que en nuestra voluntad y poder no está la capacidad de realizar la posible petición, por eso pedimos la colaboración de la Señora y Reina y de los ángeles, la madre y Virgen Santísima María, para que ella, con su inmenso amor y bondad pueda atender nuestra necesidad que, con constancia, hemos pedido a mucha fe y honra a su nombre, por eso es glorificada eternamente por mi persona.

A CONTINUACIÓN, TE ENSEÑARÉ LA ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA PARA PEDIR POR IMPOSIBLES.
¡Oh, Gran María, Virgen inmaculada, justicia de los sinceros, Hija bondadosa y humilde del Padre todopoderoso, Madre gloriosa del Hijo,  Esposa adorada del Espíritu santo!
Te venero y pongo a tu merced todo de mí para que sea bendecido/a por ti; María, mujer amable e indulgente, voy ante ti y exigo tu presencia en estos momentos de angustia para suplicar por tus favores. Madre gloriosa,
Madre bendita e inigualable, gran pañuelo de lágrimas de aquellos que lloran, justicia divina de los que pecan,
asistencia del sempiterno Dios consecutivamente, apiádate de todos los que con sinceridad te amamos
y te lo pido, por tu Inmaculado Corazón, hogar de descanso de la Santísima Trinidad,
 castillo de  sabiduría de tu Hijo y mar de  bondad del Espíritu Santo.
Acércate y concédeme lo que tanto necesito, lo que con la máxima fe posible te suplico, por los merecimientos de nuestro Señor Jesús y de los tuyos, si es la voluntad de la Santísima Trinidad y traerá bien a mi ser. 
Hoy me presento ante ti porque sé que eres la Majestuosa Intervención Divina, para implorarte por esta complicada petición, por esta inalcanzable circunstancia que tanta angustia me provoca y que me parece imposible de realizar por mí voluntad propia: 
(hacer la petición con confianza y fe) 
sé, que a mi alcance no está el conseguirlo por mis medios, pero sé que en tu mano está el poder y la luz con la que puedes iluminarme y concedérmela,
y de esta manera yo logre solucionar las dificultades, angustias y malos ratos que provocan esta difícil situación. ¡Virgen Santísima,
Reina y Señora de los ángeles celestiales, Esposa del espíritu santo,
ten siempre presente de que eres mi Madre!,
tú, que nos brindas a tu Hijo, que nos otorgas la oportunidad de hablar con Dios, te suplico que documentes mis peticiones para que sean atendidas con urgencia y eficacia.
Amada María, dulce madre mía, libérame de mis adversarios que corroen mi alma y la maldad que está en mi acecho, eternamente estaré agradecido y a ti serán mis sentimientos de devoción y fidelidad.
Maria, bendita Señora, ruega por todos los que a ti pedimos a tu Santísimo hijo, nuestro mentor, Señor y Salvador.

Amén.
Rezar Padrenuestro, Avemaría, Salve y Gloria.
Repetir los rezos tres veces en tres días, mañana tarde y noche.

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