lunes, 24 de septiembre de 2018

Santo Rosario



Señal de la Cruz

V: Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.

V: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

V: Abre, Señor mis labios.

R: Y mi boca cantará tus alabanzas.

V: Ven, oh Dios, en mi ayuda.

R: Apresúrate, Señor, en socorrerme.

V: Gloria al Padre...


Ofrecimiento

Divino Jesús, te ofrecemos el Rosario que vamos a rezar para contemplar los misterios de nuestra Redención. Concédenos que, por la intercesión de María, vuestra Madre Santísima, a quien nos dirigimos, obtengamos las gracias necesarias para rezarlo bien y ganar las indulgencias de esta santa devoción. Así sea.

Credo

Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos; subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica; la comunión de los Santos; el perdón de los pecados; la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén.

V: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R: Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

V: Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

R: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.


V: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

R: Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


María, Madre de Gracia, Madre de misericordia, defiéndenos del enemigo y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.


Oh Jesús mío
(después de cada misterio)

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo y socorre especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.

Agradecimiento

Infinitas gracias te damos, soberana princesa, por los beneficios que todos los días recibimos de tus liberales manos. Dígnate, ahora y siempre, tomarnos bajo tu poderoso amparo. Y para más obligarte a ello, te saludamos diciendo:

Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.


martes, 18 de septiembre de 2018

Oh, Gran María, Virgen inmaculada


La oración milagrosa a la Virgen María en realización de una petición sumamente complicada para nosotros, que somos sólo fieles seguidores y siervos de Dios, que en nuestra voluntad y poder no está la capacidad de realizar la posible petición, por eso pedimos la colaboración de la Señora y Reina y de los ángeles, la madre y Virgen Santísima María, para que ella, con su inmenso amor y bondad pueda atender nuestra necesidad que, con constancia, hemos pedido a mucha fe y honra a su nombre, por eso es glorificada eternamente por mi persona.

A CONTINUACIÓN, TE ENSEÑARÉ LA ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA PARA PEDIR POR IMPOSIBLES.
¡Oh, Gran María, Virgen inmaculada, justicia de los sinceros, Hija bondadosa y humilde del Padre todopoderoso, Madre gloriosa del Hijo,  Esposa adorada del Espíritu santo!
Te venero y pongo a tu merced todo de mí para que sea bendecido/a por ti; María, mujer amable e indulgente, voy ante ti y exigo tu presencia en estos momentos de angustia para suplicar por tus favores. Madre gloriosa,
Madre bendita e inigualable, gran pañuelo de lágrimas de aquellos que lloran, justicia divina de los que pecan,
asistencia del sempiterno Dios consecutivamente, apiádate de todos los que con sinceridad te amamos
y te lo pido, por tu Inmaculado Corazón, hogar de descanso de la Santísima Trinidad,
 castillo de  sabiduría de tu Hijo y mar de  bondad del Espíritu Santo.
Acércate y concédeme lo que tanto necesito, lo que con la máxima fe posible te suplico, por los merecimientos de nuestro Señor Jesús y de los tuyos, si es la voluntad de la Santísima Trinidad y traerá bien a mi ser. 
Hoy me presento ante ti porque sé que eres la Majestuosa Intervención Divina, para implorarte por esta complicada petición, por esta inalcanzable circunstancia que tanta angustia me provoca y que me parece imposible de realizar por mí voluntad propia: 
(hacer la petición con confianza y fe) 
sé, que a mi alcance no está el conseguirlo por mis medios, pero sé que en tu mano está el poder y la luz con la que puedes iluminarme y concedérmela,
y de esta manera yo logre solucionar las dificultades, angustias y malos ratos que provocan esta difícil situación. ¡Virgen Santísima,
Reina y Señora de los ángeles celestiales, Esposa del espíritu santo,
ten siempre presente de que eres mi Madre!,
tú, que nos brindas a tu Hijo, que nos otorgas la oportunidad de hablar con Dios, te suplico que documentes mis peticiones para que sean atendidas con urgencia y eficacia.
Amada María, dulce madre mía, libérame de mis adversarios que corroen mi alma y la maldad que está en mi acecho, eternamente estaré agradecido y a ti serán mis sentimientos de devoción y fidelidad.
Maria, bendita Señora, ruega por todos los que a ti pedimos a tu Santísimo hijo, nuestro mentor, Señor y Salvador.

Amén.
Rezar Padrenuestro, Avemaría, Salve y Gloria.
Repetir los rezos tres veces en tres días, mañana tarde y noche.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Oración al Sagrado Corazón de María



ACUERDATE, ¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! del inefable poder que tu Hijo divino te ha dado sobre su Corazón adorable. Lleno de confianza en tus merecimientos, vengo a implorar tu protección. ¡Oh Tesorera celestial del Corazón de Jesús! de ese Corazón que es el manantial inagotable de todas las gracias y que puedes abrir a tu gusto, para derramar sobre los hombres, todos los tesoros de amor y de misericordia, de luz y de salvación que encierra; y concédeme, te lo suplico, el favor que ahora te pido.... (aquí se hace la petición).


¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús! acoge favorablemente nuestros ruegos y dígnate atenderlos. Amén.


Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús. Ruega por nosotros.
(Se repite 3 veces con mucho fervor).

miércoles, 5 de septiembre de 2018

REZO DEL SANTO ROSARIO

                                

Rezamos poniendo todo nuestro ser en cada palabra que pronunciamos… si oramos así, cada oración, aunque igual a las demás, será totalmente nueva… cargada de sentido… de sentimiento… de amor…

Empezamos nuestro Rosario haciendo la Señal de la Cruz

+ Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor, Dios nuestro. + En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Luego hacemos una Invocación al Espíritu Santo pidiéndole que ilumine nuestra mente, apaciente nuestra alma y abra nuestro corazón…

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu y todo será creado, y renovarás la faz de la tierra. Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, haz que guiados por esta misma Luz conozcamos siempre las dulzuras del bien y gocemos siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
Confesamos nuestra fe proclamando el Credo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Nos reconocemos pecadores y rogamos la misericordia de Dios con el Kyrie Eleison

Señor, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Señor, ten piedad
Presentamos nuestras Intenciones
Pedimos por nuestras necesidades físicas y espirituales…
por nuestras familias y por nuestros amigos…
Pedimos por las situaciones que vemos a nuestro alrededor, 
en nuestra comunidad, 
en nuestro país,
en nuestro mundo… 
Pedimos por los niños no nacidos…
por la juventud…
por los pecados contra la institución de la familia…
Pedimos por nuestros gobernantes 
nuestros líderes políticos
religiosos… 
Pedimos por la conversión de los pecadores…
Por las almas del purgatorio…
Pedimos por nuestros sacerdotes…
por el Santo Padre…
por nuestra Iglesia…
y por el surgimiento de nuevas vocaciones religiosas…
Pedimos por salud en la enfermedad… 
por fortaleza en las pruebas… 
por perseverancia en la oración…
 En fin, presentamos todas nuestras intenciones personales y las de todas esas personas que siempre nos piden oración…
Respondemos,
 ¡te lo pedimos, Señor, y te damos gracias!
con la seguridad de que la petición ya está en las manos de Dios…

También ofrecemos nuestra oración en reparación por todas las ofensas que a diario reciben los Corazones de Jesús y María…
 por los ultrajes,
los desprecios y las humillaciones contra   el Santísimo Sacramento…
 por la falta de fe en Su Presencia real en la Eucaristía

Pero el rezo del Rosario no es solo para presentar nuestras peticiones… no debemos detenernos ahí, sino que también ofrecemos nuestro Rosario en acción de gracias por todas las oraciones escuchadas y todas las gracias y bendiciones que recibimos cada día…

Durante cada Misterio, y mientras se va  contemplando el Misterio, se reza un Padrenuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
  Diez Avemarías

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Seguido por un Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Al finalizar la decena hacemos una Jaculatoria a María…

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora.
Y la oración que la Virgen pidió en Fátima

¡Oh, Jesús mío! Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, conduce al cielo a todas las almas, especialmente aquellas que están más necesitadas de tu Misericordia.
Terminamos la decena con unos cortos Ruegos

Sagrado Corazón de Jesús… en Vos confío.
María, Reina de la Paz… ruega por nosotros.
San José… ruega por nosotros.
San Miguel Arcángel… defiéndenos en la batalla.
En este momento, y como preparación para la próxima decena, puede entonarse alguna canción o letrilla como…

Ave… Ave… Ave María… Ave… Ave… Ave María…

Después de rezar los cinco Misterios ofrecemos un Padrenuestro y tres Avemarías por las intenciones del Santo Padre

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
 
Dios te salve, María, hija de Dios Padre; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
 
Dios te salve, María, madre de Dios Hijo; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
 
Dios te salve, María, esposa purísima de Dios Espíritu Santo; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
 
Dios te salve, María, templo y sagrario de la Santísima Trinidad; Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Terminamos nuestro Rosario ofreciéndole una Salve a nuestra Madre, la Santísima Virgen María…

Dios te salve, Reina y Madre, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra: ¡Dios te salve! A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. ¡Ea, pues!, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
y consagrándonos a ella…

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, en tan graciosa belleza. A Ti, celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco desde este día: alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Échame tu bendición todas las horas del día, y también las de la noche, Virgen sagrada María, y si en algo te he ofendido, perdóname, Madre mía. Que hoy yo recibo tu bendición + en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Terminamos con una Oración a San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio. ¡Reprímale Dios!, pedimos suplicantes. Y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

Por último, la Señal de la Cruz

+ En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


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martes, 4 de septiembre de 2018

SALVE VIRGEN DEL OLVIDO

SALVE VIRGEN DEL OLVIDO¡

SALVE, VIRGEN DEL OLVIDO, TRIUNFO Y MISERICORDIAS!
 ¡SALVE, REINA! ¡SALVE, MADRE! 
Madre del que sufre, 
Madre del que llora, 
Madre del que acude Y a tus pies implora. 
Virgen prodigiosa, no nos abandones, llena de esperanza Nuestros corazones.
 Llévanos un día contigo a la Gloria, con Sor Patrocinio a cantar tu victoria.Amen
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33 MÁXIMAS DE LA SIERVA DE DIOS SOR PATROCINIO

1. La gloria de Dios es lo que debemos desear en todo y por todo.
2. Con Dios todo se puede y todo se vence.
3. Todo es poco para Dios.
4. A Dios le debemos amar, por Dios sólo y no por lo que nos consuela.
5. La verdadera virtud consiste en la práctica de las virtudes sólidas y en una perfecta conformidad de nuestra voluntad con la que Dios, no queriendo más que sólo y precisamente aquello que Dios quiere.
6. La vida interior, que tan poco conocida es en la época presente, es la que más agrada a Dios.
7. Todo se hará llevadero, esperando que Dios proveerá en todo.
8. Las cosas exteriores poco son y de poco valen, si no van acompañadas de la vida verdaderamente interior.
9. Donde se busca a la Madre, se encuentra al Hijo, al Esposo, al Médico, al Consuelo, y al que es nuestra paz y verdadera alegría.
10. Hágase en todo la santísima, justísima y amabilísima voluntad de Dios, y en lo que permita sea su nombre bendito y glorificado.
11. Dios es todo providencia y misericordia; no hay más que confiar en Él.
12. Las dulzuras en la oración  son la mejor prueba de que el alma camina bien.
13. El camino segurísimo, no sujeto a engaños, es el de padecer, imitando al dulcísimo Jesús en su Pasión, que, siendo Dios, suspendió todo lo que como Dios podía consolarle.
14. Las cosas, por muy buenas y santas que sean, si las falta la sal de la prudencia, se echan a perder. 

 15. Todo, todo el corazón en Dios.
16. La gloria de la Esposa de Jesús debe estar en todo interior.
17. La paz es una de las señales. de que la oración es fructuosa para el alma, y en la que Satanás no tiene parte, porque él lejos de darla, la quita.
18. El demonio es perro atado y la licencia que le da el divino Esposos, es para probar nuestra fidelidad.
19. El mundo miente mucho, es muy injusto, y por eso Dios le humilla tanto.
20. Toda obra de Dios tiene persecuciones, tribulaciones y penas. Es te es el gran sello con que su divina misericordia nos dice: Esta obra es mía.
21. Los hombres son de corazón duro y no atraen con eso más que la justicia de Dios, que pesa sobre ellos de un modo terrible.
22. Dios ve nuestros corazones, sabe lo que somos, lo que pensamos, lo que no podernos, nuestras tentaciones, los auxilios que nos comunica, la fuerzas que nos da, lo que nos protege en la tribulación, y según todo esto nos juzgará sin que pueda servir la disculpa.
23. Muy alegritas en Dios esperando que sus misericordias sobrepujarán en nosotras a todas sus obras, y nuestra Madre Inmaculada ostentará su poder con sus hijas.
24. Cuanto más aprieten los trabajos, más hay que amar al que bondadoso nos los manda.
25. Los grandes cargos de nada sirven, sino de mayor responsabilidad.
26. A trueque de que no se cierre un Templo del Dios vivo, pasaría yo todos los trabajos del mundo.
27. La justicia de Dios debe estar sumamente irritada, los pecados se aumentan cada día, y nuestro Dios se va desobligando por nuestra misma conducta.
28. Muy corto es el número de las almas que tratan de veras de desagraviar al Señor y de adorarle en espíritu y verdad.
29. No hay más que unirse cada día más al sacratísimo y pacientísimo Corazón de Jesús.
30. El que confía en Dios, por muy desgraciado que lo crea el mundo, siempre es feliz. 

31. ¡Dichosos trabajos! ¡Dichosos desconsuelos! si llevados con santa resignación y amor de Dios, nos acercamos más a aquél divino Esposo que no hizo más que padecer y sufrir.
32. Ánimo, hijas mías, subamos al Calvario y desde allí, protegidas de la sombra de nuestro fidelísimo y Divino Esposo y su Virgen Madre, desafiemos al mundo, al infierno y todos sus secuaces.
33. Hagámonos dignos de que Jesús se digne encerrarnos en su Santísimo Corazón.
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lunes, 3 de septiembre de 2018

ORIGEN DE ESTA ADVOCACION MADRE DEL OLVIDO.

Aparición a la Madre Patrocinio, aprobada por la Iglesia

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" Me entregó la soberana Reina esta portentísima Imagen, este encanto de los Cielos y la Tierra, y empezó en el cielo una celestial música, entonando la Salve y otros sagrados cánticos; todos los cortesanos del cielo se daban parabienes. La Santísima Trinidad la bendijo, igualmente la Santísima Virgen María y, después, todos los cortesanos del cielo llegaron a adorar a su Reina y Señora en esta soberana y encantadora Madre del Olvido..."

Madre Patrocinio - Sor Rafaela en Visión del Cielo


La madre Patrocinio, conocidahasta entonces por sor Rafaela, tuvo una visión del cielo el 13 de Agosto de 1831.Se encuentra reunida en el coro de la iglesia con sus Hermanas Concepcionistas Franciscanas de Caballero de Gracia, de Madrid, entre las cinco y seis, a la hora de la oración de la tarde.

   Esta religiosa, sumida en éxtasis profundo, contempla a la Virgen María, que viene acompañada del Arcángel San Miguel y sostiene en sus manos una pequeña imagen, que representa a la Señora con el Niño Jesús sentado en el brazo derecho.

   Una prolongada conversación tiene lugar entre la Virgen y la religiosa. La misma madre Patrocinio lo cuenta en los Apuntes que le mandaron escribir los superiores y su confesor. Copiamos textualmente:

   “Clamaba mucho en esta ocasión por la necesidades que tanto afligen a la Santa Iglesia y el Dulce Amor se me manifestó severo, airado y como dando muestras de que quería castigarnos.

   Esposo mío, ¿para cuándo son vuestras misericordias?

  <<Pide, esposa mía ,que cuanto pidas seré liberal para concedértelo.>>

   Pedía sin límites; entonces, mi dulce Amor me manifestó el lastimoso estado en el que se hallaba la santa Iglesia. Moría de dolor y mis angustias crecían sobre manera.

  <<Paloma mía, mi amor no puede verte afligida; aquí tienes a mi Madre, que será tu guía, consuelo y amparo>>


     Ese mismo día por la noche, durante el rezo coral de los maitines con la Comunidad,  la madre Patrocinio volvió a enajenarse. Cuanto sigue pertenece a este segundo “arrobamiento”:

     “Manifestóse de nuevo la Beatísima Virgen con esta preciosísima, portentísima  e  invectísima  Imagen en sus soberanas manos.


     <<Hija mía, ¿por qué se contrista tú corazón, si todas las misericordias y tesoros de mi Hijo voy  a poner en tus manos, por medio de esta mi soberana Imagen, para que las distribuyas en mi nombre a los mortales ,segura de que las que hicieses por mi amor a tus hermanos, esas mismas confirmamos mi Hijo y yo, que soy tu  madre en el Cielo?>>

     Señora y Reina mía, ¿no veis la España, los males que nos afligen?


     << Hija mía, los veo; pero no puede mi amor ser más benéfico para con los hombres. Ellos se olvidan de mí y retiran las misericordias; y por esto, a esta Imagen le darás el título misterioso del Olvido, para darles a entender que me han olvidado; pero yo, que soy  vuestra y tierna amorosa Madre, quiero poner a vista de todos los mortales en esta imagen mía que jamás mis misericordias se apartan de ellos.>>

                         

     Miraba yo con gran ternura a tan divino simulacro cuando vi que mi invectísima Reina  cogió un pañuelo de manos del Príncipe San Miguel y , aplicándole a la soberana llaga  del costado de nuestro amante Jesús, lo empapó la divina Señora en sangre de aquel divino y deífico Corazón, y después aquel pañuelo, así empapado ,lo puso sobre esta encantadora Imagen, y después vi que la soberana Reina rociaba a este pueblo con la sangre preciosísima”.

     << Hija mía, ¿me amas?>>

     Señora mía, vos sabéis que os amo y deseo ser toda vuestra.

     << Hija mía, ¿me amas?>>

     Señora mía, vos sabéis que os amo y deseo ser toda vuestra

     << Hija mía, ¿me amas?>>

     Señora mía, vos sabéis que os amo y deseo ser toda vuestra


     << Pues a tu solicitud y cuidado dejo el culto y veneración de esta sagrada Imagen mía con el título de Olvido, Triunfo y Misericordias. Ella será la consoladora del mundo y todo afligido encontrará en mí ,por mediación de esta Imagen ,el consuelo. Al alma que rendida a sus pies  me pidiera alguna cosa, jamás  se la negará mi Amor .Será el consuelo del mundo y la alegría de la Iglesia Católica y , por su medio ,mi Hijo y yo recibiremos culto. Tú, hija mía, alcanzarás victoria del poder de Satanás, y tu Comunidad, perfección en servirme.>>


   “Entregóme la soberana reina esta portentísima  Imagen, este encanto de los cielos y la Tierra, y empezó en el cielo una celestial música, entonando la salve y otros sagrados cánticos; todos los cortesanos del cielo se daban parabienes.

 La Santísima Trinidad la bendijo, igualmente la Santísima Virgen María y, después ,todos los cortesanos del Cielo llegaron a adorar a su Reina y Señora en esta soberana y encantadora Madre del Olvido (Vida admirable, páginas 52-53) 

   “Terminada la santa oración-escribe ahora la madre María Isabel ,secretaria de la madre Patrocinio y demás actos de comunidad que a ella siguieron, salió mi venerada madre Patrocinio, con su  prelada, al pequeño jardín del convento ,y le dijo  que tenía que darle una noticia de muchísimo consuelo ,y le dijo que ya podía  estar tranquila y sin cuidado alguno, pues no volvería jamás el demonio a golpearla ni asustarla, porque la Reina de los Ángeles le había sujetado, que para eso le enseñara una Imagen que tenían”.

   La abadesa, madre Pilar refiere a su vez:”Sólo yo, que lo padecí, puedo decir cuál fue mi gozo, descanso y alegría al oír tan deseada nueva, que no puedo explicar el júbilo que sintió  mi corazón.”

   Llevaba razón la superiora. Los malos tratos recibidos por su Patrocinio en estos años del enemigo del mal fueron extraordinarios y constantes: golpes ,amenazas, ruidos estrepitosos que aterraban a toda la Comunidad.

   En cierta ocasión la condujo sobre los tejados con grave peligro de resbalar, tanto ella como otras dos religiosas que, al verla en situación semejante, sin pensárselo demasiado, con sus largos hábitos salieron a los tejados a recogerla y la introdujeron de nuevo en la clausura. Por otra parte, la persecución diabólica fue pública, declarada, intolerable y gravísima, proporcionándole heridas, contusiones, magullamientos, y toda clase de cardenales en brazos, piernas y espalda.

    El médico de la Comunidad, que tuvo que auxiliarla en repetidas ocasiones, decía a la madre abadesa:”Dejemos a Dios que obre en ella como mejor le plazca; esto se sale de mi competencia.”Las curaciones solían ser en ella instantáneas, aunque ya se la había dado por desahuciada en dos ocasiones y recibidos los últimos auxilios espirituales, padeciendo vómitos de sangre y fiebres altísimas.

   La prueba fehaciente de la liberación definitiva de los asaltos y persecución  del demonio la tuvieron todas las religiosas al comprobar que desde esta fecha y hora nunca más volvió a molestarla.

   La madre abadesa e hija buscaron por el convento una “imagen que tenían”. Cierta vitrina guardaba la perla escondida. Al verla, y no fue fácil  el hallazgo, la hija exclamó llena de gozo: “ésta, ésta es”

   Pero la superiora nunca había visto esa imagen en aquella Casa.

    Por este motivo hizo venir a las restantes monjas, para cerciorarse y hacer mas averiguaciones: nadie la conocía. 

Ante esta situación embarazosa, la abadesa mandó por obediencia, a sor Patrocinio, que dijera “qué significaba aquello”. Con gran humildad y no menor embarazo confesó la joven religiosa lo ocurrido en las visiones de la Virgen y sus palabras, y que de todo ello nuestros lectores están al corriente por lo trascrito anteriormente.

    Para mayor esclarecimiento de los hechos y tranquilidad suya, la Abadesa requirió la presencia del Padre Guardián del convento franciscano de San Francisco el Grande, de Madrid, quien estudió el caso con seriedad e hizo exhaustivos interrogatorios entre las religiosas, pero mientras se halla en este quehacer desapareció la Imagen de la vista de todos, incluido el Padre.

   Confuso el religioso y Padre Guardián, se retiró para reflexionar y redactar cartas a los restantes conventos de su provincia en demanda de “rogativas en asunto de mucha gravedad”. Era el 13 de agosto de 1831.

   El día 15, fiesta de la Asunción de Nuestra señora, hacia media mañana, decidió retornar por el convento de las concepcionistas para indagar  “lo de la imagen” .Nada nuevo. Pasa a la clausura y se establece en el  despacho que usa la superiora, para continuar su gestión. Y “la imagen, de improviso, se coloca al lado de sor Patrocinio”,con gran sorpresa de los tres reunidos, que son el padre, la madre abadesa y sor Patrocinio. Ante esta novedad se convoca a la Comunidad, y todas las religiosas se convierten en testigos de la “nueva aparición” de esta singular imagen y “oran con alegría con acción de gracias”.

   Hacemos constar que cuanto va entre comillas, en las páginas anteriores o en las que se sigan después, que son citas textuales, tomadas de “Vida admirable”, que escribió la madre María Isabel  de Jesús, publicada al año 1925 y que se distingue por su total fidelidad histórica.

   De todo lo sucedido se redactó un informe detallado y se remitió  a la Santa Sede para su conocimiento. Consta que el santo padre tuvo especial interés por este asunto y gran devoción a la Virgen del Olvido. La respuesta desde Roma consistió en redactar una Bula, en la que se permite el culto público a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias, con la concesión de muchas gracias espirituales e indulgencias y otros privilegios singulares.

  Extensión, propagación y “favores obtenidos”
   El culto a la sagrada imagen surge con fuerza  y el primer novenario en su honor se celebra en Madrid, donde pronto se comprobó su especial patrocinio. Un operario sube a la cornisa del templo a encender las velas que arderán en este primer novenario y, perdiendo el equilibrio, cae estrepitosamente al pavimento. La madre Patrocinio ve por los aires al infortunado (la religiosa se hallaba en el coro) e invoca en su favor a la Señora del Olvido: “resultó sólo algo contuso”.

   Los presentes, que eran  muchos, pensaron que aquello había sido un verdadero “prodigio” . Y, según ellos, que era el segundo “favor” de la Señora. El primero había tenido lugar con el nieto del mayordomo de las mismas monjas, que estaba “baldado de las dos piernas y lo poco que andaba era con dos muletas. Ofreció dicho señor a la Santísima Virgen colocar las dos muletas en su altar si le curaba e instantáneamente curó; él, lleno de gozo, cumplió su promesa”. Las muletas se veían junto al altar y los enfermos acudían presurosos. Se multiplicaban las “gracias”.

   Contamos aquí otro más porque lo merece el personaje que lo encabeza. Se trata de el monarca don Francisco de Asís María de Borbón, rey consorte de la soberana Isabel II, que “tenía un enemigo, también poderoso, que le perseguía a muerte; entró, espada en mano, y se arrojó sobre él; viéndose sin amparo humano (ni medios para defenderse), acudió a la santísima Virgen del Olvido, tomando en la mano una medalla que llevaba siempre consigo de la celestial Señora; el asesino quedó en el acto parado, trémulo y sin acción y huyó avergonzado”.

   En el año 1849  dispuso el rey “celebrar una solemne función en acción de gracias a la santísima Virgen del Olvido.  Regaló un hermoso altar portátil, con rico dosel de terciopelo grana” y otros obsequios regios.

Emplazamiento actual de la Imagen y “ultima promesa” 

   Los años que median entre 1831 y 1891 la dulce Imagen se hizo viajera con la madre patrocinio (sufrió ésta destierros que duraron más de veinte años) o pernoctó con ella  en el retiro del convento .Como final, desde 1891 hasta la fecha en que se publica este librito, abril de 1891, dispuso de un hermoso camarín , orlado de nubes y ángeles que le sirven de cobijo amoroso, con despliegues de fervores afectuosos que le vienen ofreciendo los hijos de la Alcarria. 

   En la iglesia de las concepcionistas franciscanas de Guadalajara (España), presidiendo el retablo del altar mayor, se conserva intacta la Imagen pequeñita y bella, la misma que había sido amor, encanto, fidelidad y de un corazón ardoroso, de un espíritu vibrante,  la madre Patrocinio, ofrecida en holocausto permanente, la compañera entrañable de correrías infatigables, mientras los requiebros silenciosos y los coloquios íntimos hinchaban su alma y aliviaban las penas hondas. Conocemos el último importante requiebro porque lo quiso ella desvelar: “Ya, gracias a Dios, he conseguido lo que tanto he deseado y pedido”. Una religiosa le pregunta: “Podemos saber, madre , ¿qué ha sido?”. “Sí, hija: que ninguna de mis hijas se condene”. “Al oír tan inefable anuncio, llenas de agradecimiento , las religiosas se abrazaron a tan sin igual madre y prorrumpieron  en copioso llanto de gratitud, de alegría y de consuelo”. 

   Pronunciaba la madre Patrocinio esta “promesa” “con gran cariño y muy enternecida. Cierto día poco antes de su feliz tránsito”, que tuvo lugar en los dichos conventos y cuidad de Guadalajara (España) a la amanecida del 27 de enero de 189, legando a la Comunidad Concepcionista Franciscana esta perla y reliquia. 

   Las religiosas cuidan de la imagen del Olvido, Triunfo y Misericordias con el mimo y exquisitez que se merece. Trabajan por el mantenimiento de su culto litúrgico y la propagación constante de su devoción con los padres franciscanos, que son los custodios, juntamente con las religiosas, de la iglesia llamada del Carmen, dedicada a la santísima Trinidad. Hasta el presente lo han logrado felizmente: esta publicación quiere ser una muestra de las muchas que han dedicado a su Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias.












Ntra. Sra. Del Olvido,Triunfo y Misericordias


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Testimonios, Reliquias, Misas y Oraciones diríjanse por escrito:Madre Abadesa; Concepcionistas Franciscanas. Plaza del Carmen, 2 . 19001 Guadalajara, España












NOVENA BREVE NTRA. SRA. DEL OLVIDO, TRIUNFO Y MISERICORIDIA


Ntra. Sra. Del Olvido, Triunfo y 

Misericordias

NOVENA BREVE




Oración preparatoria para todos los días

Soberana Reina de los ángeles y purísima Virgen María: eres el tesoro de Dios, la mujer fuerte que te convirtió en Esposa del Espíritu Santo y medianera entre el cielo y la tierra. Hoy te invoco bajo el título del Olvido, Triunfo y Misericordias, para que siempre me seas propicia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Invocación final para todos los días

Gracias te doy, Dios Padre, porque bendijiste a María como hija.

Avemaría.

Gracias te doy, Dios Hijo, porque la escogiste por Madre.

Avemaría.

Gracias te doy, Dios Espíritu Santo, porque la escogiste por Esposa.

Avemaría.

Gracias doy a toda la Santísima Trinidad, porque nos dio una Madre tan pura y tan santa.

Gloria.

Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias.

Ruega por nosotros. (3 veces).

Día primero
Reflexión.- Quien ama y reverencia a la Virgen María es dichoso y produce abundantes frutos, como árbol plantado junto a corrientes de agua, que siempre está frondoso. Eres, Señora, tálamo hermoso de Dios y en Ti descansa como en su más puro trono. Tu poder se palpa también en las dulzuras del hermosísimo título del Olvido, Triunfo y Misericordias.
(Medítese y pídase la gracia).

Día segundo
Reflexión.- Madre de Piedad, trono de la Majestad, el sol y la luna admiran tu hermosura, los ángeles sirven a la Reina Señora. Las enfermedades se curan con el suavísimo tacto y patrocinio de tu sagrada Imagen del Olvido, Triunfo y Misericordias, porque siempre atiende a sus devotos hijos.
(Medítese y pídase la gracia).

Día Tercero
Reflexión.- Dios libró a María del pecado de Eva y de su maldición. María es la ventana del cielo, doncella soberana, por donde se coló la luz; la escala por donde Dios bajó y la que sirve a los hombres para ascender al cielo. De estas prerrogativas recibe tu sagrada Imagen del Olvido, Triunfo y Misericordias todas las gracias.
(Medítese y pídase la gracia).

Día Cuarto
Reflexión.- Señora, el empíreo, el cielo y sus moradores, los ángeles y todo el universo están llenos de tu dulzura y gracia, que difunden sus frutos obrando maravillas. Por ello en todo tiempo se te debe alabanza, porque es constante tu socorro y patrocinio, sobre los que te invocan bajo el título del Olvido.
(Medítese y pídase la gracia).

Día Quinto
Reflexión.- El Altísimo con su inmensa grandeza honra a María y con agrado lo hacen también todas las criaturas, pregonando con presteza sus grandes misericordias. La soberana Reina recibió plenitud de gracias para hacer participantes a sus devotos. Por eso nunca desprecia a los que lloran. Con su Triunfo se alcanza siempre todo consuelo.
(Medítese y pídase la gracia).

Día Sexto
Reflexión.- María, Virgen purísima, es el navío cargado de riquezas del cielo; concha soberana que en su palacio previno en matizados rubíes las divisas de la carne y sangre para dulce tálamo del Autor de la naturaleza. Paloma generosa, Pabellón hermoso, árbol de la vida, azucena pura, estrella del mar. Virgen del Olvido, cura las heridas con la
medicina que suministras desde el cielo.
(Medítese y pídase la gracia).

Día Séptimo
Reflexión,- Los arcángeles confiesan a María y la llaman bendita, las virtudes y dominaciones la glorifican, los patriarcas le cantan alabanzas sin cesar, los apóstoles ensalzan su hermosura, los confesores y los mártires entonan himnos y las vírgenes publican sus glorias. Tus grandezas, Señora, atraen el patrocinio sobre los que te invocan con el título del Olvido, Triunfo y Misericordias.
(Medítese y pídase la gracia).

Día Octavo
Reflexión.- Dios reina en los cielos y en la tierra y le ha concedido a María sentarse entre los querubines, con plenitud de gracia y de dulzura. Desde ese trono mitiga la ira de Dios y le aplaca con su clemencia, deteniendo los rayos de la justicia divina. Ahora, Señora, quieres volver tus ojos a los que honramos y llamamos Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias.
(Medítese y pídase la gracia).

Día Noveno
Reflexión.- El trono de la purísima María está cercado de purpúreos mártires y, las cándidas vírgenes adornan el tálamo hermoso. Todos los que habitan el empíreo alaban a María como la más bella criatura. También la creación, la tierra, el mar, lo visible e invisible la engrandecen. No te canses nunca, Madre, de ser amparo, refugio y salvación de los que te invocamos bajo el consolador nombre del Olvido, Triunfo y Misericordias.
Ayúdanos ahora y siempre. Amén
(Medítese y pídase la gracia).


 


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Madre Abadesa; Concepcionistas Franciscanas. Plaza del Carmen, 2 . 19001 Guadalajara, España